Unas fichas de oficina (a la venta en librerías), un bonito papel con motivos de cocina, washi tape y algún sello es lo único que necesitas para tener tu recetario en perfecto estado de revista.
Ahora solo tienes que meter las fichas en una carpeta de anillas o en una caja bien organizada por tipos de receta.
Ya no hay excusas, hasta te apetecerá cocinar mirando las recetas tan chulas que te van a quedar.
Nos pondremos muy contentas si te ha gustado y nos lo dices en los comentarios.
Recuerda: la creatividad está dentro de ti.
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